viernes, 18 de julio de 2008

El Fatídico Año de tres Aliados y el Efecto Bumerang de sus Desaciertos: Piedad Córdoba, Hugo Chávez, y las FARC

(Piedad Córdoba habla en el Diálogo Interamericano, Washington DC, Enero 30, 2008)


Sobre el rol de Chávez en el proceso: "Tanto el intercambio humanitario como la paz entre la guerrilla y el Gobierno de Colombia definitivamente deben pasar por Caracas" Piedad Córdoba

En la tarde del 30 de enero del año en curso, casi 6 meses atrás, la senadora colombiana Piedad Córdoba expuso sus argumentos sobre el acuerdo humanitario y la mediación del presidente venezolano Hugo Chávez, en las instalaciones del Diálogo Interamericano en Washington DC. Sus planteamientos denotaron una innegable complacencia con la intervención de Hugo Chávez en los asuntos domésticos colombianos, y condescendencia con las FARC. Sobre el grupo irregular, evadió toda provocación de parte de los participantes del foro, que buscaron una declaración suya en términos descalificadores de la guerrilla y sus métodos. Mediación no puede y no debe ser sinónimo de absolución de violaciones a los derechos humanos. Pero dio a saber que fue víctima del secuestro, y que lo rechaza; nada más. Entre tanto, la invitada sostuvo que el presidente Venezolano estaba en su derecho de intervenir, siempre que los efectos del conflicto colombiano repercuten en su país. Y fue más allá. También afirmó, que el rol de mediación de Chávez en el acuerdo humanitario era inamovible. En su opinión, el éxito del acuerdo e incluso también de la solución del conflicto colombiano, dependía de la participación del venezolano en el proceso. Según lo manifestó en aquella oportunidad, la superación de estos asuntos de histórica trascendencia para Colombia pasaba por Caracas, sí o sí.

Las posturas de Córdoba han producido un rechazo profundo en los colombianos. Después de las FARC y Chávez, seguramente no hay un actor político más impopular en la política nacional que la senadora Córdoba. Para la mayoría de los colombianos, resulta incompresible que se le brinde avales a la guerrilla, se intente legitimar su causa, y tomar bando con quienes por ello abogan. Tanto la senadora como el presidente venezolano, tiñeron su capacidad mediadora tras violar en reiteradas ocasiones el principio de imparcialidad y objetividad que requerían sus labores. Claramente, imágenes de la senadora abrazándose con las camarillas de las FARC, o aplaudiendo las insólitas arremetidas de Chávez contra Uribe, cayeron muy mal entre los colombianos.

Por otro lado, las pruebas de supervivencia que en el mes de febrero se hicieron públicas, y que confirmaron las deplorables condiciones en las que las FARC mantienen a los secuestrados dejaron una profunda huella en la conciencia nacional. El desfile de imágenes de los secuestrados encadenados y el emblemático cuadro de Ingrid (hoy liberada), de aspecto lúgubre y humillada, pero digna, que dio la vuelta al mundo, eran evidencia irrefutable de las prácticas abominables que definen el diario operar de esta guerrilla.

Tanto la conmoción colectiva que causaron las imágenes, como las interminables e insólitas arremetidas de Chávez contra Uribe, llevaron a los colombianos a acercarse como nunca entre unos y otros, y a hacerlo aun más con su presidente. Del presidente Chávez, cuya beligerancia no cesaría sino hasta la Cumbre de Río, los colombianos ya desconfiaban. Y fue por ahí, tras la aparición de las computadoras de Raúl Reyes, que se desenmascaraba su turbia relación con las FARC. Simplemente irrebatible. El indignado y enfurecido exmediador, hombre de “paz” y liberaciones, no lo era en realidad.

El 1 de Marzo las FARC, pero igualmente Chávez, sufrieron un brutal revés. A Chávez, la desdicha de las computadoras le perseguirán sin descanso.

Gobierno y FARC no pueden bajo ningún pretexto ser objeto del mismo tipo de juicio por la suerte de los secuestrados. Así parece que finalmente lo ha entendido Chávez, ya sea por que la reflexión a ello lo condujo, o más probable, los hechos y sus propios reveses así se lo plantearon. Son las FARC las directas responsables de la vida de los secuestrados, y no hay justificación para exigirles nada diferente a la renuncia inmediata a los brutales métodos que utilizan. En buena hora, quienes en un principio eludieron hacer dicha exigencia, se han visto obligados a regañadientes a revisar y corregir posiciones.

Sobre la marcha del 4F: "No podemos marchar para un solo lado. Yo apoyo una marcha en favor del intercambio humanitario pero no una que busca exacerbar los ánimos" Piedad Córdoba

"Yo creo que esa marcha es de odio y de racismo, de clasismo y de exclusión.” Piedad Córdoba
4 de febrero de 2008

Es inconcebible. La senadora señalaba como uno de sus puntos centrales lo siguiente: que no existe diferencia entre los guerrilleros presos y los secuestrados en poder de la guerrilla. Para Córdoba, la retención de civiles, la de los miembros de la fuerza pública y la de los guerrilleros, es lo mismo, equiparando las razones y justificaciones por las que unos y otros son retenidos, y las condiciones del confinamiento de quienes están en las selvas con las de quienes se encuentran en las cárceles del país. En otras palabras, sugería que el estado colombiano incurría en violación de derechos humanos de la misma manera que las FARC. Como observador, no puede dejar de parecerme extraño la manera como Córdoba, que se autoproclama constantemente como una “luchadora social” y humanitaria, plantea las cosas. A pesar de la evidencia, de las cadenas, de la tortura, de las caras abatidas, del dolor de las imágenes, la senadora se negaba a reclamarle a las FARC.

Aunque disentir hace parte esencial de la democracia, para hacerlo, es imprescindible y deber hacerlo sin sofismas, sin cuentos chinos. Hay principios sobre los que no puede haber duda. Y por ello, resultaba incomprensible que una persona tan conocedora de la realidad nacional, se negara a acompañar la marcha en la que el 4 de febrero más de 9 millones de colombianos se tomaron las calles de toda Colombia, y plazas de muchas ciudades del mundo para protestar contra el secuestro y contra las FARC ¿Cómo no alzar banderas para gritar NO al secuestro, y NO a los violentos? Y ¿Cómo no alzar banderas para gritar SI a la vida, y Si a las vías democráticas? Estos principios no se negocian en una democracia. No obstante, y a pesar de la fuerza, de lo genuina y de lo sentida de la protesta, la senadora decidió referirse a ella como una “de odio, racismo y discriminación social”.


Sobre las FARC: “Es supremamente importante decirle a la sociedad colombiana y la sociedad humana de todo el mundo que las FARC son un ejército supremamente fuerte en este momento, que es muy sólido, tiene mucha gente joven, muchas mujeres,….existe un secretariado bastante consolidado…el conflicto está empatado en Colombia…son 57 frentes de las FARC… es una guerrilla que está viva y coleando.” Piedad Córdoba

Terminada la guerra fría, vivimos en un contexto histórico completamente diferente que parece indescifrable para las FARC. Pasa el tiempo y las posibilidades que el grupo tiene de incidir a través de una negociación con el gobierno sobre el modelo de sociedad que su plataforma ofrece, se reducen. Después de la operación “Jaque”, la capacidad negociadora y de presión de la guerrilla quedó moribunda.

Antes de los últimos golpes sufridos por el grupo guerrillero, el modelo autoritario del presidente Chávez, con su socialismo del siglo XXI que es todo y nada, su retórica bolivariana, antiimperialista, anti-neoliberal pero que en concreto va directo a empobrecer más a un país a pesar de su inigualable riqueza petrolífera, fue visto por las FARC como la mejor plataforma, efectiva en su juicio, y disponible a su alcance para retomar el oxígeno político que su miopía y sordera les impedía buscar por otros caminos. Una Venezuela sin industria, sin producción agrícola, con importaciones a la lata, con tozudos controles de precios que generan desabastecimiento y una inflación desbordada (la más alta en Latino América) que a quienes primero afecta es a los pobres, difícilmente parecía la solución a cualquier problema. Ni hablar del desmoronamiento de su democracia, de la corrupción rampante y generalizada de sus instituciones y la fuerte violencia e inseguridad que se vive en sus ciudades.

Pero en aquel entonces ni Córdoba, ni Chávez, ni las FARC se imaginaban el fatídico año que les esperaba. Primero, Chávez perdía el referendo del 2D, luego Chávez y las FARC perdían a Emmanuel, las FARC y aparentemente también Chávez perdían a Raúl Reyes, a la semana las FARC perdían a Iván Ríos, y en cuestión de semanas a su líder histórico Tiro Fijo. Adicionalmente a Ingrid, a los 3 americanos y a los 11 soldados. Y los colombianos y sus familias los recuperábamos. Paradójicamente tanto Chávez como las FARC perdieron su aura de invencibilidad en esta última coyuntura; el primero en el campo electoral, y las FARC en el campo militar. Estos duros golpes, aparecieron simultáneamente con las parlanchinas computadoras de Raúl Reyes y su valiosa información. Finalmente, para rematar, parece que las FARC también han perdido a Chávez; pero habrá que ver. ¿Será sincero su cambio de posición?


3 comentarios:

Martin Antonio Friedl dijo...

German, gracias por resumir la presentación de Piedad Córdoba. Es en verdad es inverosímil algunas de las cosas que dice. Ahora, después de leer tu artículo, no me sorprende que sea una de las personas más odiadas en Colombia. Me parece que ella es otro ejemplo de gente de izquierda que quiere ver todo el mundo en blanco y negro. Los de izquierda son todos buenos y los de derecha todos malos. Pero así no son las cosas, hay buenos y malos de ambos lados y las FARC se llevan el premio al grupo con menos principios humanitarios de todos.

Pam dijo...

Como escribe Martin Friedl muchas cosas en la politica son negro o blanco o derecha o izquierda. Pero cuando hablamos de las declaraciones de la Senadora Córdoba solo se puede hablar de delirio (una idea fija, falsa y fuera del contexto social) o corrupción (sin animo de crear un “conspiracy theory”). Es incomprensible que la senadora quiera dar justificativo al terrorismo y quiera tachar de racista y clasista a una protesta que nació del pueblo colombiano en busca de paz. Ahora bien, por otro lado veo un grave error en no dar el mismo “marketing” que el presidente Correa o que Chavez ejecuta cuando quieren aparecer como mediadores de paz. Ahora que hay pruebas de sus vinculos porque no se dan a relucir en la misma medida? Es la unica manera de darla frente a este ciclo vicioso de manipulación.

German Sarmiento dijo...

Principalmente, Chavez y Cordoba le dieron un tratamiento equivocado al asunto del intercambio humanitario, precisamente por que sus actuaciones pusieron por delante de las razones humanitarias, sus calculos politicos. Hoy, el panorama politico, puede decirse que hace justicia, en tanto que este par de personajes lucen bastante debilitados respecto a meses atras.

Pasaron los dias en que la senadora Cordoba se pavoneaba en cuento medio internacional habia, desacreditando al gobierno mientras vendia una imagen de luchadora y vindicadora de la lucha social.

Desafortunadamente, la complejidad del conflicto colombiano, facilmente malinterpretada en el ambito internacional, se prestaba para que las voces de Chavez y Cordoba tuvieron eco.

Con la aparicion de las computadoras, y la seguidilla de triunfos del gobierno colombiano, esto puede haber comenzado a reversarse.